Guillermo, un músico militar retirado, vino en su ayuda. Sorenson escribió: "Guillermo venía a casa, día tras día. Desenterró nuestro tanque séptico, cortó árboles enfermos y simplemente pasó un tiempo con nosotros. Presentía que él comprendía mi dolor y nuestras necesidades. Una tarde, mientras él y yo paseábamos y conversábamos por el bosque, descubrí el porqué".
"Guillermo había vivido la mayor parte de su vida para la música, pero se le desarrolló un devastador problema de oído, impidiéndole escuchar música de cualquier tipo. Como resultado, más que sentir rechazo por mi problema, Guillermo se sintió identificado conmigo por nuestra causa en común. Y antes que se separaran nuestros caminos, Guillermo se volvió muy espiritual."
"Cuando miro hacia atrás, no sé si me hubiese tomado el tiempo para hablar con Guillermo si mis muñecas hubiesen estado bien. Es muy probable que hubiese estado clavando o manejando una sierra a cadena, por lo tanto, lo único que pude hacer fue escuchar y hablar. Pero en los planes de la vida, esto fue suficiente."
El primer deber del amor es escuchar.
¿Sabes escuchar a tu esposa(o)? ¿A tus hijos? ¿A tus amigos?
Si dudaste un poco, es momento de empezar a aprender a escuchar activamente.
Para saber un poco más de este tema, consulta en Internet: La escucha activa.